Jugando al solitario me escabuyo por las sabanas.
Vuelta para un lado.
Vuelta para el otro.
Pssss, horneando despacito.
Despedazandome en dos mil partes iguales.
Pero reconstruyéndome al caer de párpados.
Pero para pibe!
Que no hay que ponerle punto final a las cosas.
Por lo menos, hasta que el ultimo sueño no se haya roto.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario